No podia ser de otra forma la promesa de un Cristiano por las Calles y Plazas de Sevilla como lo hace un Penitente ,con la mas firme seriedad y respeto,con los pies descalzos y hasta cinco cruces al hombro, sufriendo el dolor del hijo de Dios sin capirote y al mismo tiempo el silencio del Penitente cumpliendo su promesa.
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