
Ese Gitano que murio en Triana sirvió para que su imaginero tallara el Crucificado por excelencia de Sevilla El Cachorro de Triana, con ese rostro agonizante y el dolor de una Madre la Virgen del Patrocinio, llorando la agonia de su hijo por un Puente deseoso de poder contemplar esa imagen de Jesus Expirando en la Cruz.